viernes, 13 de marzo de 2009

Hesperidina, en la publicidad argentina.



Hesperidina siempre se destacó por romper con todos los esquemas comunicacionales de la época. Comenzando por aquella mañana de octubre de 1864 en la que los apenas 140.000 habitantes de Buenos Aires fueron sorprendidos con enormes pintadas en las aceras con solamente la palabra “Hesperidina”. Esta acción de comunicación es lo que hoy se conoce en la jerga publicitaria como campaña “teaser” o “incognita-develación”. Hesperidina fue la primera marca de nuestro país en emplear este tipo de publicidad y Melville Bagley, su creador, tuvo en vilo a toda la población que se preguntaba día a día qué demonios era esa nueva palabra que poco a poco cubría las calles porteñas de duda y ansiedad. Hasta veinticuatro horas antes de la navidad de 1864, momento en el cual se rompió el silencio y apareció un aviso vertical en el diario “La Tribuna” que comunicaba las bondades del producto y los lugares donde se podía conseguir. Pero la historia sigue: Hesperidina fue una de las marcas pioneras en generar promociones mediante cupones y, como destacáramos en un post anterior, también fue la creadora de un antepasado del jingle publicitario actual (ver post Hesperitango). Incluso el tono publicitario de los primeros avisos era extremadamente vanguardista y adelantado a su tiempo. Podemos asegurar que estas ideas no tienen nada que envidiar a las presentadas por los actuales creativos publicitarios.

Los años pasaron y hoy Hesperidina vuelve a estar en la cresta de la ola en el marco de una mega-campaña viral que abarca cuatro comunidades virtuales (Myspace – Facebook – Fotolog – Flickr) y va por más. El espíritu innovador de Melville, aquel que 160 años atrás hizo erizar a una cuidad entera, sigue intacto en cada botella de Hesperidina.